Dicen que me salvé
No encuentro la luz.
Dicen que me caí
No puedo levantarme.
Dicen que me quemé
No puedo sentirme.
Dicen que me levanté
No puedo sentarme.
Dicen que salí
No encuentro la puerta.
Dicen que respiro
Pero el humo me sofoca.
Dicen que no me encuentran
Pues estoy irreconocible.
Dicen que no estaba cerrada
Pues, la puerta si lo estaba y con candado.
Desperté y los veo a todos llorando, corriendo, ardiendo
Algunos ardiendo su cuerpo en llama
Otros ardiendo de dolor por los que ya se han ido
Algunos, ardiendo de odio.
Te cuento hermano paraguayo
Soy un angelito y estoy bien aquí mirándote desde el cielo.
Mi cuerpo quemado, quedo irreconocible maltrecho y sin piel
Te digo estoy bien, mi alma no se quemó
se fue con el humo un poco más arriba del suelo.
Pero, ese candado está para mí, a la puerta del infierno
ya ardí, como muchos más, en la tierra
por ello no volveré a arder aquí.
El candado ennegrecido, me cierra la puerta al infierno
Ese infierno ya lo viví en la tierra
En el súper, cuando fui con mi mami
ahora soy salvo aquí en el cielo.
lunes, 6 de agosto de 2007
ANGELITO
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