Su mejor repertorio
Decidida ingresó a la orquesta sinfónica
Decidida ingresó a la orquesta sinfónica
En la cual era el mejor instrumento, su cuerpo jovial
El dinero y la necesidad
la arrastraron sin piedad
Un nombre nuevo le impusieron
para ocultar el suyo verdadero
Aprendió de oído, aprendió con paciencia
Ella disponía y los maestros de turno enseñaban
Con sus manos inquietas y hábiles tocaba los instrumentos
de quien en ese momento era el director, intérprete o el oyente
Con sus manos inquietas y hábiles tocaba los instrumentos
de quien en ese momento era el director, intérprete o el oyente
Caballeros, plebeyos y bufones,
todos podían ser parte y arte de su espectáculo
Su especialidad a capela, sin desatender los dúos y tríos
Capaz de susurrar al oído una dulce melodía
sin descuidar lo salvaje y exótico en su repertorio
vivía atada a esa vida armónica
En la cual se entretejía belleza angelical y diabólica conducta
Con sus dibujadas curvas, infinitas armonías de placer infundía
Su instrumento preferido: la flauta, demostraba una maestría única y con prodigios de su boquita traviesa hacía que de ella se desparramaran alegres melodías
Día a día se entrelazaba con su ardiente piel en una mística música milenaria que sin palabras, sólo sonidos y un exquisito aroma a lavanda, dejaba huellas imborrables en cada una de sus interpretaciones.
Ejecutaba a la perfección: simples, hasta complejos instrumentos
eran para ella dar placer su misión
el espectáculo desde muy temprano abría el telón
Con sus dibujadas curvas, infinitas armonías de placer infundía
Su instrumento preferido: la flauta, demostraba una maestría única y con prodigios de su boquita traviesa hacía que de ella se desparramaran alegres melodías
Día a día se entrelazaba con su ardiente piel en una mística música milenaria que sin palabras, sólo sonidos y un exquisito aroma a lavanda, dejaba huellas imborrables en cada una de sus interpretaciones.
Ejecutaba a la perfección: simples, hasta complejos instrumentos
eran para ella dar placer su misión
el espectáculo desde muy temprano abría el telón
y ella abría más que eso cada día
Un preámbulo precedía a la actuación
ni bien subía al escenario su cuerpo desnudaba
y dejaba ser acariciada como instrumento que era
como una guitarra, quizás un violín
al cerrarse el telón de cada presentación
quedaba en su piel la hiel y la amargura imborrable
Un preámbulo precedía a la actuación
ni bien subía al escenario su cuerpo desnudaba
y dejaba ser acariciada como instrumento que era
como una guitarra, quizás un violín
al cerrarse el telón de cada presentación
quedaba en su piel la hiel y la amargura imborrable
Era trabajadora, de la profesión más antigua
que por unos pocos billetes
dejando a quien osara en poseerla, de un mundo de dulzura
estos se volvían amantes fieles de pocas horas
para luego quedar infinitamente relajados
Se volvió la música más escuchada y poseída
en ese circo del placer
Un día calló para siempre ese instrumento
su cuerpo marchito, su alma desecha
odiada así misma, sucumbió súbitamente
las cuerdas musicales fueron soltándose de apoco
hasta que la ultima, feneció
se escapó de esa turbulenta vida
de un tiro certero en la sien sucumbió
puso el fin a su día que ya no era vida
Como testigos inmutables quedaron
gotas de sangre en la alfombra
ella partió y se llevó el sonido de su música.
Su mejor repertorio
by Fabián
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